El viernes 28 de julio, SpaceX llevó a cabo la primera prueba del nuevo sistema de enfriamiento de la pad de lanzamiento en la Starbase en el sur de Texas. Se liberaron enormes cantidades de agua por primera vez hacia y alrededor del soporte de lanzamiento orbital de la estructura.
La compañía y su fundador y CEO, Elon Musk, compartieron el video de la prueba en Twitter, mostrando el sistema en acción. Musk declaró en el post de compartir el video: “Nuevo sistema de enfriamiento por agua para proteger contra el inmenso calor y la fuerza del lanzamiento de Starship“.
La nave espacial Starship
Starship es el sistema de transporte de nueva generación de SpaceX diseñado para llevar personas y carga a la Luna, Marte y más allá. La nave espacial de 120 metros de altura es el cohete más grande y poderoso jamás construido. La inmensa fuerza y calor generados durante el lanzamiento fueron demostrados al mundo el 20 de abril.
Ese día, SpaceX lanzó por primera vez una nave espacial completa. El vuelo de prueba tenía como objetivo enviar su etapa superior alrededor de la Tierra. Sin embargo, el vehículo tuvo algunos problemas durante el lanzamiento, y SpaceX envió la orden de autodestrucción, haciendo que la nave espacial explotara después de cuatro minutos de vuelo.
El lanzamiento del 20 de abril también causó daños significativos al soporte de lanzamiento orbital de Starbase. La prueba creó un cráter debajo de la estructura, produciendo grandes cantidades de rocas y otros escombros en el área circundante.
El sistema de enfriamiento
El nuevo sistema de enfriamiento, instalado debajo de la pad de lanzamiento, es un intento de minimizar los daños en futuras pruebas. Consiste en una placa de acero reforzado que rocía enormes cantidades de agua hacia arriba. Musk lo comparó con un aspersor invertido.
SpaceX se está preparando actualmente para el segundo lanzamiento de prueba de Starship, pero la fecha exacta del despegue no está clara. Aunque el vehículo está listo para partir pronto, todavía pueden existir obstáculos regulatorios. Una coalición de grupos ambientalistas está demandando actualmente a la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos. Los activistas afirman que la agencia no ha evaluado adecuadamente el daño que el lanzamiento de una nave estelar podría causar al ecosistema y a la comunidad en el sur de Texas.