El Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA ha localizado los restos del aterrizador lunar privado japonés Hakuto-R, que fracasó en su intento de aterrizaje el mes pasado. La sonda, que también transportaba un pequeño rover para los Emiratos Árabes Unidos, realizó su intento de aterrizaje el 25 de abril pasado.
Sin embargo, las comunicaciones con el Hakuto-R se perdieron momentos antes del aterrizaje previsto. El equipo de iSpace confirmó posteriormente que el aterrizador no había tocado la superficie de manera segura.
Probable sitio de impacto
El 26 de abril, el LRO comenzó de inmediato la búsqueda de los restos de Hakuto-R. Adquiriendo 10 imágenes con sus Narrow Angle Cameras (NAC) alrededor del sitio de alunizaje supuesto, el equipo científico del LRO se puso a buscar el aterrizador perdido.
Las imágenes publicadas por el equipo el 23 de mayo muestran al menos cuatro piezas de escombros. Varios pequeños cambios en la superficie lunar en 47.581 grados de latitud norte y 44.094 grados de longitud este. “El elemento central en la imagen superior muestra varios píxeles brillantes en la parte superior izquierda y varios píxeles oscuros en la parte inferior derecha. Esto es opuesto a las rocas cercanas. Podría tratarse de un pequeño cráter o diferentes partes del cuerpo del aterrizador”, se lee en su declaración.
“Este sitio se analizará más detenidamente en los próximos meses, ya que el LRO tiene la oportunidad de recrear la imagen del sitio bajo diversas geometrías de iluminación y visualización”. El orbitador estadounidense también ha fotografiado los sitios de intentos de aterrizaje fallidos anteriores, incluido el intento de la nave espacial israelí Beresheet en 2019.
En caso de éxito, el Hakuto-R de la compañía iSpace se convertiría en la primera nave espacial privada y el primer vehículo construido en Japón en aterrizar en la Luna. A pesar del fracaso, la empresa japonesa ya está trabajando para regresar a la Luna e intentar el alunizaje nuevamente. La compañía está trabajando en su segunda y tercera misión lunar, con el objetivo de lanzarlas en 2024 y 2025, respectivamente.