El espacio afecta la densidad ósea, los astronautas pierden décadas de este tejido en ausencia de gravedad. Muchos ni siquiera lo recuperan después de un año de regresar a la Tierra. Una nueva investigación (ref.), publicada el jueves pasado en Nature, advierte a las agencias espaciales internacionales sobre los posibles riesgos que los astronautas enfrentarían en futuras misiones a largo plazo.
Este es el segundo estudio que destaca graves riesgos para la salud de los astronautas. A principios de año, los investigadores de la Universidad de Ottawa descubrieron graves efectos en el sistema cardiocirculatorio. La falta de gravedad induce una reducción del 54% en los glóbulos rojos.
Estudio sobre la densidad ósea
Un año después de regresar de largos vuelos espaciales, la mayoría de los astronautas muestran una recuperación incompleta de la densidad ósea, la fuerza y el espesor trabecular de la tibia. La recuperación incompleta de la densidad ósea y la fuerza es más pronunciada en los astronautas que regresan del espacio después de misiones más largas. La duración de la misión para la salud del aparato esquelético es cada vez más relevante a medida que las misiones más largas en la ISS.
Para descubrir cómo se recuperan los astronautas una vez que regresan a la Tierra, el estudio escaneó las muñecas y tobillos de 17 astronautas antes, durante y después de su estancia en la Estación Espacial Internacional (ISS). La densidad ósea perdida por los astronautas era equivalente a lo que habrían perdido en varias décadas en la Tierra, dijo el coautor del estudio Steven Boyd de la Universidad de Calgary en Canadá. Los investigadores descubrieron que la densidad tibial de 9 astronautas no se había recuperado por completo. Después de un año en la Tierra, todavía faltaba alrededor de una década de masa ósea. Los astronautas que realizaron misiones más largas, fueron los más lentos en recuperarse. «Cuanto más tiempo pases en el espacio, más hueso pierdes», dijo claramente Steven Boyd en una entrevista.
Esta investigación ha centrado la atención en los astronautas en misiones de meses en la ISS, pero ¿qué sucedería con aquellos que estarían comprometidos durante años en futuras misiones en Marte? «¿Seguirá empeorando con el tiempo o no? Todavía no lo sabemos. Es posible que se alcance un estado estacionario después de un tiempo o que la pérdida ósea sea progresiva. Pero no puedo imaginar que el fenómeno continúe indefinidamente hasta que no quede nada», reiteró Steven Boyd.
Dedo apuntando hacia la falta de gravedad.
Un estudio de modelización previo del 2020 pronosticaba que en un vuelo espacial de tres años a Marte, el 33% de los astronautas estarían en riesgo de osteoporosis. Steven Boyd afirmó que algunas confirmaciones al respecto podrían provenir de los análisis en curso sobre los astronautas a bordo de la ISS. Guillemette Gauquelin-Koch, jefa de investigación médica en la agencia espacial francesa CNES, ha afirmado que la falta de gravedad es «La inactividad física más drástica que hay. Incluso con dos horas de deporte al día, es como si estuvieras obligado a estar en la cama durante las restantes 22 horas». «No será fácil para un futuro equipo poner pie en suelo marciano a su llegada, el viaje sería muy debilitante», reiteró.

El estudio también ha mostrado cómo el vuelo espacial altera la estructura de los propios huesos. Steven Boyd ha comparado el aparato esquelético con la Torre Eiffel. Sería como si algunas de las vigas metálicas que sostienen la estructura se perdieran. «Y cuando volvemos a la Tierra, engrosamos lo que queda del hueso, pero en realidad no creamos nuevas estructuras», dijo. Algunos ejercicios realizados en el espacio pueden mitigar el problema y son más efectivos que otros para mantener la densidad ósea. El análisis del estudio sugiere para el futuro ejercicios más pesados y más concentrados en la parte inferior del cuerpo.
Las conclusiones.
Que el ser humano no esté biológicamente «construido» para misiones de larga duración en el espacio es un hecho casi completamente establecido. Nuestra biología se ha desarrollado en miles de años de evolución, bajo la constante presencia e influencia activa de la fuerza de gravedad. El funcionamiento de muchos tejidos está estrechamente relacionado con la presencia de esta fuerza.
Si queremos emprender el camino para convertirnos en una especie multiplanetaria, es imperativo identificar medidas preventivas y mejorar las contramedidas en vuelo. Desde el punto de vista biológico, la identificación de los factores que influyen en la recuperación esquelética nos proporcionará información sobre la optimización de estrategias para mitigar la pérdida y mejorar la recuperación del tejido óseo. Pero también se deberán dar pasos adelante en el campo tecnológico. Tratando de reproducir en vuelo en un futuro cercano, la fuerza que ha modelado nuestra y otras especies en el planeta: la gravedad.
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