Los astrónomos han descubierto altas cantidades del aminoácido triptófano en una nube estelar en una región cercana del espacio, a solo 1000 años luz de distancia de nosotros (ref.). El triptófano es uno de los 20 aminoácidos responsables de la formación de las proteínas clave, incluso es esencial para la vida en la Tierra.
Las líneas espectrales únicas, de este aminoácido han sido identificadas en los datos recopilados por el telescopio espacial Spitzer en el sistema estelar IC348. El descubrimiento podría indicar que los aminoácidos que construyen las proteínas pueden estar presentes en el gas y el polvo que colapsan para dar lugar a sistemas planetarios alrededor de estrellas jóvenes.
La nube estelar IC348
“La evidencia del triptófano en el complejo molecular de Perseo debería alentar mayores esfuerzos para identificar otros aminoácidos en esta región y en otras regiones de formación estelar”, declaró la científica detrás del descubrimiento, Susana Iglesias-Groth, en una nota (ref.). “Es una posibilidad muy emocionante. Los componentes básicos de las proteínas estén ampliamente presentes en el gas a partir del cual se forman las estrellas y los planetas. Podría ser la clave para el desarrollo de la vida en sistemas exoplanetarios”.
La nube estelar IC348 forma parte del Complejo Molecular de Perseo, una enorme nube de gas y polvo que contiene material con una masa equivalente a 10,000 soles. Se estima que la nube de gas es relativamente joven en términos cósmicos, con solo 2-3 millones de años. Nuestro Sistema Solar tiene 4,5 mil millones de años.
IC348 es una de las regiones de formación estelar más cercanas a nuestro planeta. Aunque IC348 generalmente es invisible a simple vista, la región brilla intensamente en luz infrarroja. Al analizar estas emisiones, Iglesias-Groth ha encontrado las 20 líneas de emisión de la molécula de triptófano.
La sopa molecular de IC348
El análisis espectroscópico revela la composición química de las nubes moleculares, el gas interestelar, las estrellas y las atmósferas de los planetas. Los diferentes elementos y compuestos químicos absorben y emiten luz en longitudes de onda únicas. Esto significa que el espectro es una especie de huella digital que los telescopios espaciales pueden analizar. El triptófano descubierto se encuentra a una temperatura de aproximadamente 7°C.
Iglesias-Groth había utilizado anteriormente la espectroscopía y Spitzer para detectar otros importantes precursores biológicos en el sistema estelar IC348. En 2019, descubrió moléculas complejas de carbono, carbono-60 y fullerenos, que pueden actuar como componentes básicos para las moléculas clave de la vida.
A principios de este año, Iglesias-Groth descubrió una “sopa” de moléculas complejas en el cúmulo estelar. Entre ellas, hidrógeno molecular, hidroxilo, agua, dióxido de carbono y amoníaco. Además de diversas moléculas a base de carbono que podrían desempeñar un papel en la formación de hidrocarburos más complejos y moléculas prebióticas, incluyendo ácido cianhídrico, etano, hexatrino y benceno.
“IC348 parece ser muy rico y diverso en su contenido molecular”, dijo Iglesias-Gorth en una declaración a principios de este año (ref.). “Lo novedoso es que vemos las moléculas en el gas difuso del cual se están formando estrellas y discos protoplanetarios”.
El enfoque con el telescopio James Webb
La presencia de moléculas prebióticas en estas nubes de gas y polvo significa que los jóvenes planetas en formación pueden acumular estas sustancias y potencialmente mantener el desarrollo de la vida. Alternativamente, estas moléculas podrían quedar selladas en asteroides debido a los múltiples impactos que ocurren durante los turbulentos primeros años de los sistemas planetarios.
Cualquiera que sea el mecanismo de entrega, una vez en la superficie del planeta, estas moléculas podrían participar en procesos químicos que formen proteínas y, en última instancia, conduzcan al desarrollo de la vida. Iglesias-Groth tiene la intención de continuar la investigación basada en Spitzer con observaciones adicionales que realizará con el telescopio espacial James Webb.
“La capacidad espectroscópica del James Webb podría proporcionar detalles sobre la distribución espacial de todas estas moléculas. Ampliar esta investigación a otras moléculas más complejas, proporcionando una mayor sensibilidad y resolución esenciales para confirmar la probable presencia de este aminoácido en esta nube estelar”, declaró Iglesias-Groth a principios de este año.